jamás sabré si estuviste aquí


Tenía sentido cuando era una excusa para salir del bar

y hablar. Era la excusa perfecta para que

me preguntaras si te dejo uno. Para decirte que sí.

Y mirar el árbol en el que apoyas la espalda.


Puede que te hayas dado cuenta ya.


Los pájaros buscan las semillas dentro

del caparazón que las envuelve y ellas

asoman su contorno rojo como lenguas

de bocas sedientas queriendo llegar

hasta el pico de los pájaros.



Te has dado cuenta ya y me has pedido otro cigarro.

Tampoco te apetece demasiado.

Ha sido el tiempo necesario para que todos se vayan.

También nosotros.

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Nº 23